lunes, 27 de agosto de 2012

Orden y Progreso

En las últimas 2 semanas Venezuela ha presenciado 2 eventos noticiosos que dan un triste vaticinio al futuro al cual nos estaremos enfrentando durante los próximos años, gane quien gane en las elecciones.
1.- Se cayó el "Puente de Cúpira".
El gobierno asumió el control y responsabilidad por el mantenimiento de las vías principales, aeropuertos, puertos y otros espacios nacionales hace ya un buen tiempo, sin embargo, tal resolución legislativa únicamente sirvió para que se apropiaran de los guisos de las aduanas, el dinero de los contratos de mantenimiento y otros negocios con vicios que el gobierno - a 14 años de su establecimiento - le sigue achacando a "la cuarta". No contentos con la caída del puente, el viceministro Elías Jaua es capaz de ir al sitio para decirle a la comunidad que el puente sería reparado y puesto en funcionamiento "en 15 dias". Días que como se esperaba, ya pasaron y sólo han podido mover la gandola que se quedó dentro del puente. En este momento sólo recuerdo las imágenes impactantes del terremoto de Japón que echó abajo una autopista de 6 canales soportada sobre columnas que los japoneses lograron restituir en en menos de 1 mes... Qué pensarán de nosotros en Japón-pón!.
2.- Explosión en la refinería Amuay (CRP)
La explosión fue a la 1 am del viernes 27-8-12 (hace 3 días) y lleva un saldo de 49 muertos y 90 heridos (hasta el momento). Según uno de los trabajadores que murió en el incidente, antes del evento los detectores de gas indicaban un 24% de metano en la atmósfera y 4% de H2S, lo que supone que una fuga de gas creó una nube de gas explosivo y con una fuente de ignición (desconocida a la fecha) sucedió lo que se esperaba. Explotó, incendiando 2 tanques de almacenamiento de combustible, que hasta hoy el presidente de PDVSA y Ministro de Energía Rafael Ramirez sostuvo que estaban completamente controlados, y que además, las actividades dentro de el resto de la refinería eran completamente normales. No satisfecho con ese par de mentiras flagrantes, también anunció que en 2 días se consumiría todo el combustible de los tanques, así que se apagaría el incendio. Sin embargo, unas 7 horas después de esas declaraciones del ilustre, se encendió un tercer tanque del grupo de los 9 afectados por la explosión, poniendo en peligro además a 6 esferas de gas que están próximas a estos 3 tanques encendidos. Una falla del personal de PDVSA es presumible en este accidente, aunque el gobierno no descarta la posibilidad de que haya sido ocasionado por un sabotaje de la oposición, de un agente de la CIA o de algún animal silvestre malintencionado, apátrida, imperialista, nazi y pitiyanqui.

Por qué digo que gane quien gane estaremos frente al mismo panorama?, porque ya el daño está hecho! y nuestro destino es ineludible!!!. De entrada al nuevo período nos tocará ver más consecuencias de la falta de responsabilidad, de la anarquía, del malandraje, de la desidia, de la corrupción, del autoritarismo, del amiguismo, del chanchulleo, el guiso y la matraca, del narcoestado, de la promoción del odio y otros sentimientos y valores equivocados, disfrazados bajo una manta de nacionalismo... en fin... de todo lo que han significado estos 14 años de idolatría y abuso.

Hay un camino? Espero que sí. Este país necesita un cambio y tiene que verse en la población más que en sus gobernantes. La población está obligada (por su propia salud) a demostrarle a este gobierno que tuvo un chance de rectificar los errores del pasado, pero se conviertió en uno más de la triste historia de Venezuela, así que le toca salir para dar chance a otro. Y si se logra un cambio de gobierno, y el nuevo mandatario hace lo mismo, no importa que hayamos votado todos por ese, la población tiene que madurar lo suficiente como para entender que habrá que cambiar nuevamente al mandatario.

A Venezuela le urge un plan que reestructure el país como dice la bandera de Brasil, con: "Orden y Progreso".

Saludos,
D.

jueves, 9 de agosto de 2012

Vana esperanza

Los comicios presidenciales están a 2 meses de suceder y el panorama es el siguiente:

El presidente/candidato del partido mal llammado "oficial" u "oficialista" luego de salir de lo que los medios anunciaban como un cáncer terminal recorre en una carroza los pueblos y ciudades que considera, insultando al candidato "opositor", ligándolo al turbio pasado político del país, amenazando a la población con suposiciones atemorizantes de lo que podría suceder de no ganar las elecciones y prometiendo lo mismo que ha prometido desde que ganó por primera vez unas elecciones presidenciales.

El candidato de la "unidad democrática", nombre que se ajusta únicamente al método de selección del participante para las elecciones, más no a una verdadera condición de unión de los partidos políticos, lleva al menos 2 meses reccoriendo toda Venezuela en un autobús, comiendo como invitado en las casas de la gente que visita, caminando por cuanta calle ha podido, intentando comunicarse con la mayor cantidad de personas de cualquiera de los bandos, con un mensaje de unión y aceptación social, con planes de acción, con ideas coherentes para un país que necesita ser rescatado de la peor etapa de su existencia, con un equipo cerrado de profesionales avocados al triunfo electoral, pero que en su discurso, no termina de enamorar a aquellos que han sido hipnotizados por el candidato anterior a fuerza de limosnas y promesas.

Por otro lado está la población. Que de un lado y de otro siguen siendo secuestrados por el mismo hampa, siguen siendo asesinados por los mismos delincuentes, siguen sufriendo la misma inflación, siguen adquiriendo un super-ultra-mega-endeudamiento económico (porque las deudas de un país pertenecen a cada uno de sus habitantes) y siguen viendo en un país podrido en todos sus niveles: desde el matraqueo de fiscales, hasta la corrupción de los diputados, magistrados y todo el tren ministerial, además de las no tan "presuntas" vinculaciones de todos los entes gubernamentales con el narcotráfico.

En cuanto a las expectativas de los resultados, tanto las encuestas como la opinión general me dan la percepción de no haber cambio de presidente en estas elecciones, a no ser que se muera antes de llegar al día decisivo, sin embargo, aún habiendo cambio, no estoy muy convencido de que al cambiar de presidente cambiará la suerte de este país. Hará falta mucha honorabilidad, rectitud, honestidad y tesón por parte (principalmente) de las nuevas generaciones de mandatarios para que no perduren los vicios que hasta ahora, son tan comunes en nuestra sociedad.

¿Hay esperanza?, pues es lo último que se pierde. Ahora, la pregunta correcta es: ¿Hace falta que quede únicamente la esperanza para que actuemos distinto?

Saludos,

D.

P.D.: perdonen la insistencia en el tema, pero creo que hace falta.