viernes, 9 de noviembre de 2012

...Y nAdiE le PaRa BolA


"Venezuela es depinga,
todo el mundo aquí echa vaina,
amanece enratonao
y nadie le para bolas.
EH! EH! AH!
y nadie le para bolas".

Con esta estrofa, el Conde del Guácharo resume perfectamente el estilo de vida criollo. Y es que con las vivencias diarias con las que estamos obligados (y acostumbrados) a sobrevivir, no sorprende que ya la capacidad de asombro o de reacción del venezolano se haya reducido al punto de poder cantar esta canción, con un sentido de identificación más marcado que el propio himno nacional.

Cada día que transcurre, durante las 16 horas de vigilia (para la gente que logra dormir sus 8 horas regulares), no hacemos más que ver y vivir problemas. Si levantamos un periódico, o abrimos una página web de noticias, ya ni hace falta ingresar al contenido de las noticias, que aunque tengan títulos impactantes, para bien o para mal, sabemos que finalmente se trata de situaciones que inevitablemente se van a circunscribir dentro del panorama político. Y luego de ese microsegundo decisivo donde analizamos la relación protagonista/escritor - chavista/opositor, y pasamos el siguiente microsegundo con la arrechera-indignación respectiva, poco tenemos que hacer para evitar que las cosas nos afecten; ahora ya nos relajamos y cooperamos, como dicen los expertos que hay que hacer en medio de una violación. Así que luego de un lamento y una mentada de madre, cualquiera tranquilamente es capaz de decir: "entonces, quien se anota para una partida de donminó?" o "pendiente de unas birras?".

Bajo esta misma consigna, las próximas publicaciones intentaré apartarme de la crisis político-social-económica-ambiental-legal-territorial-profesional-y todos los (-al) para hablar de cosas menos problemáticas y probablemente un poco más interesantes o divertidas.

Saludos a mis amigos, en especial a los chavistas que cada día son menos... y no porque dejen de ser mis amigos, sino porque cada vez hay uno más que le da la espalda a esta monarquía sabanetera.


 
D.