Estar en Venezuela y evitar hablar de política es como meterse en una piscina con chaleco impermeable, paraguas y botas plásticas. Acá la política define nuestro entorno, y con él, nuestro modo de vida. Es como un juego de fútbol donde el árbitro es el principal protagonista. Es inevitable que sea mencionado.
Por esto, retomaré mi hobby de escribir en el blog y así drenar algo de lo que pasa por mi mente en relación a este desastre que seguimos llamando país.
D.