viernes, 30 de enero de 2015

Deja-vú?

Delincuencia, desidia, miseria, narcotráfico, expropiaciones, frustración, desesperanza, secuestros, inflación, despilfarro, corrupción, escasez, inseguridad, abuso de autoridad, y una sociedad individualista llena de anti-valores: serán los motivos.






Libertad, democracia, igualdad, justicia, progreso, fraternidad, gerencia eficaz, independencia de poderes públicos, rescate económico y restitución de los valores colectivos: serán los objetivos.




Un golpe de estado: será  la vía.



Todo está listo para que intervenga un grupo de militares cansados de ver como un país potencialmente rico se cae a pedazos y se hunde en la peor miseria humana. Grupos cívico-militares organizados y liderados por un individuo con la intención de cambiar el destino del país atentarán contra el gobierno de turno.




Sitios estratégicos como el propio recinto presidencial, estaciones televisivas, bases militares y otros, serán intervenidos por el grupo de insurrectos. Por aire y tierra se hará el ataque en este enfrentamiento. Esto será lo último que verán muchos venezolanos, quienes pronto serán olvidados por la historia. El resto de los protagonistas (quienes sobrevivan) tendrán sus versiones de los hechos vistos desde su propia perspectiva: para unos, habrá sido "El Ejército Libertador del Pueblo en Contra de una Cúpula Opresora" y para otros "Un Ataque Terrorista Perpetrado Contra El Gobierno Electo por el Pueblo".





Se logren los objetivos o no, algo cambiará en el país. Para bien o para mal, el país tendrá la certeza de que el rechazo al gobierno se ha generalizado y surgirán muchas interrogantes luego de esta tempestad.





Algunos lo apoyarán, otros lo condenarán, otros ni siquiera le darán importancia. Venezuela se paralizará la mañana del 4 de Febrero de 1992.



... Habrá alguien pensado de este modo, antes de lo sucedido aquél tristemente famoso 4F?

... Y ahora?


D.







martes, 27 de enero de 2015

Absurdidades Absurdas

Que cosas, vale, que cuando al fin el gobierno produce un pequeño instante de asombrosa admiración en alguien tan ajeno a ese sentimiento (hacia ellos) como Laureano Marquez, viene un tipo como yo a criticarles la magnificencia de su obra y a "lloverles en el desfile" como dicen mis amigos -los imperialistas-.





Pero es que cuando leí (como todas las semanas) la columna publicada el 12 de Diciembre por el artista, politólogo, comediante, monologuero, bloguero y/o periodista titulada "Absurdidades", en la cual señala que la ampliación de la autopista Francisco Fajardo entre Parque del Este y Macaracuay es un éxito; tuve que recordar que no es ingeniero para no desbaratar su embelesada percepción y convertirla en algo más acercado a la mía -la ampliación de la autopista es un desastre-.



Amigo, comprendo que eres tan experto en la rama de la ingeniería como lo soy yo en la redacción de crónicas y artículos de entretenimiento, al mismo tiempo, entiendo que tu opinión de la obra civil es tan profesional como es de profesional mi blog, pero independientemente del grado de profundidad de tu percepción, el simplemente no darse cuenta del desastre de la ampliación de la autopista, es una falta al respeto hacia quienes la parapetearon con tanto desdén, como para que tú vinieras a felicitarlos por un buen trabajo!


Una autopista, cuyo asfaltado parece un campo de motocross bombardeado, la falta de alineación y continuidad de las defensas, el rayado vial que parece una caricatura de Fonseca, la falta de _ombrillo (si!, sin "H"! para que noten que hay cosas que sin pronunciarse, no dejan de ser importantes), las uniones desniveladas con el asfaltado existente, la falta de defensas en los límites externos y otras múltiples violaciones a las normas nacionales de construcción, hacen de este otro esperpento de la revolución parapeteado y facturado en tiempo récord. Ni siquiera voy a ahondar en compararlo con alguna autopista de algún país desarrollado, porque sabemos que únicamente somos un pobre país petrolero; y mucho menos con alguna obra vial de gobiernos pasados, porque sabemos que no es justo para los mediocres constructores actuales.


Laureano, cuando empecé a leer el artículo y vi que enfilabas hacia la autopista, pensé inmediatamente que se trataba una vez más de tu afilada y entretenida sagacidad, abombando el ego a los constructores para luego espicharlo de un "plumazo", pero no... me quedé esperando como la niña de la propaganda de jamón.
Por supuesto, entiendo que tu percepción de "buena obra" quizá no implica el estado final de la obra civil, sino su objetivo (medianamente alcanzado, considerando la cola de de La California Sur para comprar baterías) de aliviar el tráfico en la ida y vuelta hacia tu casa, por allá más allaíta de Caurimare, pero chamo, tanto así como para obviar diariamente estos detalles?


Bueno, no te echo más tierra porque una aireada respuesta tuya (si acaso llegas a leer esto) sería más apabullante que una sanción de CONATEL. Espero que alguna de tus columnas puedas dedicarla a alguna de las otras tantas maravillosas infraestructuras viales hechas en socialismo, como por ejemplo, el elevado Parque del Este-La Carlota, los Puentes Sobre el Río Guaire (Autopista-Las Mercedes y Autopista-Bello Monte), el misterioso Puente "Independencia" (Parque del Este - Base Aérea La Carlota), el metro de Petare o el nuevo distribuidor de La Carlota sobre la Francisco Fajardo.

Saludos Rrrrrrrevolucionarios camarada Marquez. Hasta La Victoria siempre... Porque Prados de María queda muy lejos.

Saludos,
D.

P.D.: esta nota la escribí en diciembre, pero no la había publicado hasta hoy. Disculpen la nota a des-tiempo. Fue culpa de una iguana.