Desaparición del "Dolar Guarimbero"

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Juanito y el Lobo... versión Venezuela

"Juanito" es un economista venezolano graduado en la Universidad Central de Venezuela en la década de los 70's con estudios posteriores de economía en varios países hasta lograr un Doctorado (PhD.) en Business Economics otorgado en la Escuela de Negocios de la Universidad de Harvard, en los años 80's. 

A pesar que dejó su país a una edad muy temprana por motivos profesionales, siempre estuvo al tanto de la actualidad nacional y sobre todo, de las noticias económicas que emanaban de su tierra natal. Después de todo, el objetivo principal de su carrera, estaba orientado a contribuir con su conocimiento al mejoramiento de la situación económica de su gente, su sociedad; a quienes a pesar de no ver por largo tiempo nunca abandonó.

Durante en el período '88 - '98 intentó aconsejar a los líderes económicos de los gobiernos que participaron en lo que fue la peor gestión económica de la historia de Venezuela hasta esa fecha, sin que dichos líderes, que eran políticos más que económicos, prestaran atención a sus recomendaciones. El venir de una familia fuera del círculo aristocrático guanabanero hacía que sus sabias opiniones fuesen soslayadas por los intereses políticos del momento.

Luego, en 1999, llegó una nueva casta al estrato gubernamental, prometiendo cambios económicos drásticos, que hicieron que Juanito volviera a cargarse de esperanzas pensando que los cambios serían efectivos, pero la mayoría de esos cambios eran únicamente de patronos, quienes inventaron nuevas formas de abuso contra el erario público, contra la sociedad, contra la nación.

Ese mismo año llegó la constituyente y Juanito anunció a los jefes de la economía que con esta herramienta constitucional se verían afectadas muchas leyes que abrirían puertas a nuevos vicios, y a nuevas modificaciones estructurales de las instituciones que representan un riesgo para la economía nacional. Gritó incesantemente y con miedo: Viene el Lobo!, Viene el Lobo! pero nadie lo escuchó.

En el 2002 comenzaron las expropiaciones de las tierras, las empresas y los comercios, y las invasiones protegidas, y Juanito con su mirada en el hocico del Lobo, emplazó al gobierno para que salvara a la población de un desastre económico y social generalizado, alegando que la estatización de las empresas no representaba una "reivindicación del pueblo socialista obrero y trabajador" como alegaban sus voceros, sino un abuso contra los propietarios de las empresas que serviría de modelo y advertencia a aquellos que en el futuro tuviesen la intención de invertir con el propósito de generar algún bien, alguna ganancia, algún beneficio. Advirtió que en primer lugar, las expropiaciones espantarían la inversión extranjera y nacional, y seguidamente, que el estado, dada su conocida ineficiencia operativa, terminaría por reducir la producción nacional al mínimo y empezaría a importar todos los bienes de consumo, Esta vez gritó a viva voz y no sólo al gobierno, sino a la nación entera: Viene el Lobo! Viene el Lobo!, y el gobierno, azotándolo con un látigo de petróleo forrado en dólares, lo mandó a su casa.

En 2003 establecieron el control de la paridad cambiaria y la restricción en la asignación de divisas y Juanito advirtió que esas medidas únicamente evitarían la inflación en los números oficiales, pero repetiría, al igual que sucedió en los gobiernos de los 80's, la aparición del mercado paralelo que seguiría las reglas naturales del mercado, distorsionando la economía y menguando la productividad nacional. Por tercera vez, exclamó atemorizado: Viene el Lobo!, Viene el Lobo!, y todos se hicieron los locos, pensando en los negocios que harían con la diferencia cambiaria.

Durante el período 2003 - 2015 peores medidas se le fueron ocurriendo al gobierno, entre ellas: las emisiones de bonos con opulentos porcentajes de rendimiento, la creación de fondos bi-nacionales no auditados, la creación de fondos nacionales en dólares no auditados (Fonden = partida secreta), el establecimiento de dañinos acuerdos internacionales, la utilización de PDVSA para fines no relacionados con su objetivo, las restricciones de aumento de los precios de productos y servicios, las restricciones en el consumo de productos y servicios y muchas más que llevaron al país a esta actualidad catastrófica que vivimos. Y con la misma frecuencia que las leyes y los abusos del gobierno fueron y vinieron, los gritos de auxilio de Juanito acompañaron a la sociedad venezolana y la actitud del gobierno se fue transformando de considerarlo primero como un "mentiroso", a considerarlo "parte de una conspiración internacional capitalista" que quería acabar con las ovejas, y a medida que el Lobo se acercaba, Juanito cada vez se veía más aterrado y confundido, ya no tanto por el Lobo (que sí lo asusta), sino porque el gobierno logró hacer creer a la población, o al menos a parte de ella, que Lobo es una mascota de Juanito (o en todo caso, que Juanito es un manipulado representante del dueño del Lobo) y que desde que comenzó el proceso de descomposición económica y social (que sólo el gobierno propició), él lo que estaba haciendo no era aconsejarlos, sino avisándoles descaradamente que lo traería. 

Ahora, el gobierno trae de una "cadena" al Lobo disfrazado de medidas económicas y amenaza con lanzarlo a acabar con la sociedad que se encuentra atrapada en una jaula, de la que sólo se sale en avión con un pasaje aéreo cuyo costo pocos venezolanos pueden pagar, habiendo ahorrado los respectivos billetes verdes bien sea después de varios años de esfuerzo y/o vendiendo hasta los interiores que lleve puesto en el momento, lo que comprueba algo que algún día dijo un sabio y anónimo filósofo venezolano: "...de este país sólo se va a poder salir desnudos, bien sea por la frontera, o por la morgue".

Dios nos salve del Lobo... del Gobierno... y cuide a Juanito... y roguemos que él no emigre también.

D.